Pablo Curto (él) trabaja como fotógrafo y director. En 2013 dejó su trabajo como ingeniero industrial para dedicarse a la imagen. Desde entonces, ha trabajado para internacionalmente para clientes como Loewe, Zara, Netflix, Vogue o GQ y su obra ha sido expuesta en el Museo MAXXI de Roma y en algunos de los festivales de fashion films más relevantes, como los de Milán o Nueva York. Habiendo trabajado principalmente en moda y música, The Floating World es su primer paso en el mundo del documental – y está emocionado por continuar explorando su pasión por el audiovisual.