Es primavera y la abuela Margara enseña a sus cuatro nietos a plantar en pequeñas macetas. Tres de ellos deciden abandonar volando la corrala familiar y salir a descubrir mundo. Pasan los años, la abuela envejece, y los que se fueron están presentes a su manera… pero nunca como los que se quedaron. Y es que, la distancia no siempre trae consigo un regreso, las personas pueden volver o no, pero la primavera, esa sí, siempre vuelve.