David y Alejandro conectaron desde un primer momento con la historia y con los personajes. Alejandro Arestegui se encarga de la dirección artística gracias a su background como actor y director. David Cortázar, por su parte, se encarga de la dirección técnica gracias a su experiencia profesional. A los dos les atrajo mucho la idea de diferenciar la historia, escrita por Roberto Santiago, en las que el espectador no se espera el giro argumental que cambia la propuesta estética y romántica hacia un transfondo mucho más crudo con una estética geométrica y fría.