Boalândia documenta la resistencia cultural en las periferias de Brasil. Los protagonistas luchan por la visibilidad con los medios del arte. Ocupan ciudades y alzan la voz contra la discriminación, la violencia policial, el racismo y la homofobia. Durante tres años, los cineastas trabajaron y convivieron con colectivos y activistas, acompañándolos en la selva amazónica, en protestas en la capital y en las subculturas de las metrópolis brasileñas. Con sus propias películas, los protagonistas luchan por llamar la atención. El cine, tanto como forma narrativa como proceso de archivo, tiene un significado político especial en esta resistencia a la violencia estructural. Boalândia es un retrato de este activismo y de su viva diversidad.